Con frecuencia, una de las principales preocupaciones de los padres en los primeros años de vida de sus hijos está relacionada con el logro de nuevos aprendizajes, que por lo general asocian con resultados de tipo cognitivo, intelectual y no le prestan la misma atención a los procesos emocionales que juegan un decisivo papel en el éxito o fracaso del aprendizaje.

En relación con ello, en la formación de los nuevos tecnólogos en Desarrollo Infantil Integral se coloca un énfasis particular en la preparación de los futuros profesionales para la educación emocional de los niños y niñas pues, como se ha demostrado, las emociones ayudan a mejorar el aprendizaje, ya que estimulan la actividad de las redes neuronales lo que provoca que los aprendizajes se consoliden de mejor manera en nuestro cerebro cuando se involucran las emociones.

En ese marco, en las actividades de la carrera Tecnología Superior en Desarrollo Infantil Integral se utilizan diversas técnicas y procedimientos entre los que se incluyen juegos, el trabajo con cuentos como el Monstruo de Colores, la utilización del semáforo emocional y la aplicación de técnicas de relajación, que favorecen la identificación y regulación de las emociones, la elevación de la motivación, la disminución de los niveles de estrés, el incremento de la concentración y con ello, el mejoramiento de la atención y la memoria en los niños, todo lo cual contribuye a un mejor aprendizaje.